Felices de haber sido la casa de ensayos y aprendizaje del Ballet de las Naciones, esto como parte del proyecto Puntos Cultura, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, ejecutado por la Corporación de Migrantes Unidos Los Lagos. Ellos son parte del proyecto Puntos Cultura, del Ministerio de las Artes, las Cultura y Patrimonio.
Un tremendo grupo de mujeres de diferentes nacionalidades que, a través de la danza de sus países de origen, buscan compartir sus tradiciones. El trabajo coreográfico fue acompañado por nuestra directora Pamela Troncoso, “sin duda un desafío de aprendizajes mutuos, desde la disciplina propia de la danza hasta el sabor y la alegría que vemos en un ballenato o una salsa. Una linda experiencia profesional y humana”.
Pamela nos cuenta detalles sobre el desafío profesional de trabajar con un grupo de mujeres tan diverso. Cómo fue el proceso creativo y todos los beneficios que la danza trae para la convivencia lejos de su tierra.
¿Cuéntanos sobre proceso creativo?
El proceso creativo tuvo que ver mucho con el reconocerse como mujeres comunes y corrientes, con reconocer que no se necesita tener una cierta estética corporal para poder expresar, vivir y emocionarse con la danza. Por supuesto que también al ser de diferentes países de Latinoamérica, nos relacionamos con sus países, Colombia Venezuela República Dominicana Chile por supuesto, y en conjunto empezamos a tomar danzas de sus países las que para ellas eran más significativas.
La emoción que significaba también estar lejos de su país y representar esto sus tradiciones sus alegrías, sus tonos, sus colores fue muy bonito y enriquecedor.
Claramente cuando uno está afuera de su país el recordar, el trabajar a partir de la emoción, de la memoria emotiva enriquece muchísimo más el trabajo, así es que ese fue un elemento bien decidor del trabajo creativo y del trabajo artístico, por supuesto también la danza tradicional como tal y las herramientas técnicas propias de las danzas tradicionales y de la danza en general.
¿Cómo viviste su evolución?
El cambio en cada una de ellas fue impresionante, fue notable. Un trabajo muy arduo por esta forma de ser tan diferente unas de otras de tener expresiones diferentes también. Fue todo un proceso de ir regulando y enriqueciendo el trabajo de una y de otra. Yo remarco mucho el trabajo realizado con ellas a partir de su humanidad, a partir de su ser mujer, cada una tiene historias personales y en particulares, pero en general son mujeres muy trabajadoras muy esforzadas, la mayoría madres, que han tenido que agarrar fuerzas para vivir y hacer la vida en otro país que no es el propio, como con harto coraje.
Creo que eso también es un elemento que se ve en escena, porque la disciplina de la danza tiene mucho que ver también con el coraje, con la constancia, con la perseverancia. Es trabajo muy de cada una, muy individual muy personal, y fue también fundamental para poder desarrollar o empezar a desarrollar un trabajo artístico. Reconocer en ellas el esfuerzo, la tolerancia la paciencia, la constancia muy disciplinada, el ir aprendiendo y el querer aprender todas estas formas propias de la disciplina artística que es la danza, eso es muy destacable en cada una de ellas
¿Quiénes fueron los responsables de crear esta unión?
También me gustaría destacar el apoyo que dio la Oficina de Migrantes a este proyecto y el Ministerio de Cultura con los Puntos Cultural, que es un elemento, un programa, muy importante de apoyo comunitario, del trabajo comunitario. También agradecer Arte Motus por brindar el espacio de trabajo, un espacio que para las muchachas migrantes ha sido una casa, un lugar en donde llegan y tienen su espacio, tienen su sala, calefacción, la cafetería, un espacio de comunicación, de relacionarse también con otras personas que viven la danza. Así es que todas las instancias instituciones personas que han apoyado este proyecto también me gustaría reconocerlas y agradecerles en esta colaboración















